El
trabajo colectivo, al igual que los juegos y/o deportes colectivos, son acción.
Es una continua toma de decisión y realización sucesiva de acciones que van
configurando nuestra conducta y nuestra actuación en dicho juego, deporte o
trabajo.
En educación física está identificado un mecanismo que utilizan las
personas cuando se enfrentan a situaciones reales de juego, sobre todo en los
juegos de oposición, donde existen amenazas y oportunidades (al igual que en la
vida real). Este mecanismo es el mecanismo de percepción-decisión-ejecución,
que nos permite ajustarnos al entorno y contexto real y concreto en el que
estamos actuando.
Proponemos el uso de este mecanismo también para nuestro trabajo
diario. El jugador utiliza sus
conocimientos, capacidades (sobre todo las perceptivo-sensoriales y cognitivas)
habilidades y destrezas para percibir la situación actual de juego (el balón,
los compañeros, los oponentes, el espacio, el tiempo, los desplazamientos, las
líneas de pase, la estrategia, las jugadas posibles…).
Después utiliza sus
capacidades (sobre todo las cognitivas y afectivas), sus valores y el
conocimiento que tiene de sus posibilidades motrices, relacionales y
operativas; para decidir cuál es la mejor opción de las que le permite el
entorno percibido y qué acción ejecutar.
Y después utiliza sus capacidades
(sobre todo las motrices, operativas y relacionales) valores y actitudes,
habilidades y destrezas para ejecutar de la mejor manera posible la acción
decidida. Y todo comienza de nuevo con la reflexión sobre lo realizado y la
percepción de la nueva situación.
La sucesión de acciones ejecutadas es lo que
constituye el comportamiento del jugador y va configurando su actuación y
conducta en el partido.
Los
niveles que la Educación Física plantea tienen que adecuarse al nivel de
desarrollo de los alumnos, teniendo siempre presente que la conducta motriz es
el principal objeto de la materia. Disfrutar de una adecuada competencia motriz
permite al alumnado disponer de un repertorio suficiente de respuestas
adecuadas a las distintas situaciones que se le puedan presentar, siendo estas
propias de las actividades físico-deportivas o vinculadas a la actividad humana
en su conjunto. Asimismo les proporciona los conceptos y procedimientos
elementales que les permitan hacerlo de forma autónoma, adoptando actitudes
positivas y responsables en lo que al cuidado del cuerpo y de la salud
físico-psíquica se refiere.
En este sentido, en educación física, hay que
recordar que el desarrollo es individual y que no todos van a llegar a las
mismas metas, pero sí que avanzan por el mismo camino. Camino que viene regido
por lo que vamos a denominar binomios rectores del desarrollo: De la
dispersión a la organización. De la indiferenciación a la diferenciación. De la
simplicidad a la complejidad. De la involuntariedad al control. Y de la
dependencia a la autonomía.
El
objetivo consiste en asegurar que el alumno progresa y mantiene su nivel de
esfuerzo y motivación por superar cotas cada vez más altas. En definitiva, se
trata de mejorar su competencia motriz, favoreciendo el trabajo en equipo y
fomentando así el compañerismo y la cooperación.
Para ello vamos a emplear
la evaluación inicial, la auto y co-evaluación, la propuesta de retos, el
trabajo autónomo y el aprendizaje cooperativo. Y otro aspecto muy importante
para esta educación personalizada van a ser las actividades complementarias y
extraescolares.
El
aprendizaje basado en proyectos y el uso de metodologías como la clase invertida o el pensamiento de diseño,
ayudarán a la adquisición de los conocimientos necesarios, de los hábitos de
trabajo, de las competencias y de la autonomía necesaria para que el alumnado
pueda organizar y realizar sus propias actividades motrices y deportivas.
Utilizaremos
lasTIC - aula virtual, sitios web, blog y redes sociales - para el acceso a la
información y el conocimiento, el procesamiento de la misma, la comunicación,
la creación de contenidos y la propuesta y resolución de tareas y retos.