En primer lugar habría que
señalar que el concepto de entrenamiento, tal y como es entendido en
actividades no docentes, está fuera de lugar en el contexto escolar. En las
clases de Educación Física no se pretende batir marcas, se pretende que los
alumnos aprendan, desarrollen al máximo sus posibilidades y consigan hábitos
duraderos. Pero si que podemos definir entrenamiento como toda actividad física
más intensa y duradera de lo habitual que persigue un objetivo.
Por acondicionamiento
físico entendemos la mejora del nivel de condición física del individuo. El incremento
de dicho nivel se rige por los principios fisiológicos del esfuerzo y por los principios
de la enseñanza. Son los denominados principios del entrenamiento deportivo.
Estos principios son
aplicables a cualquier tipo de actividad física que persiga una mejor en su ejecución
y rendimiento, y es independiente de los objetivos o de la exigencia final.
1.- Unidad Funcional. Este principio nos dice que el organismo
funciona como un todo. El organismo ante un esfuerzo concreto da una respuesta
multilateral, respondiendo con todos los sistemas ya que se encuentran
interconectados, un fallo en un órgano cualquiera desequilibra todo el sistema.
De aquí que sea necesario en el proceso de
entrenamiento prestar atención, a todos los sistemas, teniendo presente la
evolución y el desarrollo de los mismos (cardiovascular, respiratorio,
neuromuscular...) Y desarrollar de forma
simultánea y paralela las distintas capacidades. Según sea el tipo de actividad
desarrollado en la vida diaria, convendrá dar mayor importancia a unas o a
otras.
2.- Principio de Continuidad. Es preciso que exista una continuidad
en la práctica de actividades físicas si queremos que nuestro organismo se
adapte al esfuerzo y mejore nuestra condición física.
Frecuencia de práctica y
alternancia adecuada con las pausas de recuperación, son factores fundamentales
a la hora de confeccionar un plan de entrenamiento.
Los periodos de
inactividad deben ser mínimos, pues los ejercicios que se repiten de manera muy
espaciada en el tiempo no producen ningún efecto. Pero también debe evitarse el
sobreentrenamiento.
Un ejercicio aislado o un entrenamiento mal
trabajado o muy distante uno de otro no producirá ningún efecto positivo en el
proceso de adaptación al haberse perdido los efectos del primer entrenamiento,
teniendo presente que :
a.) Los descansos largos
no entrenan, ni crean hábitos… no hay adaptación.
b.) Los descansos
demasiado cortos… sobreentrenan.
c.) Los descansos
proporcionados permiten la … supercompensación.
Una sesión intensa
diaria produce sobreentrenamiento. Una sesión cada siete días no tiene ningún
efecto. Tres sesiones a la semana consiguen mejoras. Cuatro o cinco sesiones
semanales es lo ideal.
Este principio es muy
importante y coincide con uno de los objetivos fundamentales de la Educación
Física: Conseguir que la práctica de actividad física se convierta en un hábito
y no en un elemento aislado.
3.- Principio del crecimiento paulatino del esfuerzo. La mayor o
menor duración de la forma deportiva de un sujeto y en suma, de su vida
deportiva va a depender de la capacidad de asimilación de estímulos
sucesivamente crecientes, capacidad que sólo se podrá adquirir si durante el
proceso de entrenamiento hay un crecimiento paulatino del esfuerzo.
En la dinámica del
crecimiento hay que tener en cuenta que, si se entrena siempre con las mismas
cargas el organismo se adaptará al esfuerzo, y no hay mejoras.
Para superar el nivel personal, esto es, para
mejorar, es necesario aumentar el trabajo en cantidad o en calidad. Este
aumento ha de ser progresivo, de forma que el organismo se pueda ir adaptando a
las nuevas cargas a las que se le somete.
Para conseguir progresos,
hay que ir aumentando progresivamente los esfuerzos; este incremento debe ser pequeño
y no dar paso al siguiente hasta haber asimilado el anterior.
4.- Principio de la individualización. Las características
morfológicas, fisiológicas y funcionales de cada deportista requieren que las
cargas de entrenamiento deban ser individualizadas.
Este principio está
relacionado con el de sobrecarga. Cada persona tiene unas características
fisiológicas que determinan su estado de condición física. En consecuencia el
umbral de cada uno se encuentra en un punto diferente. Por este motivo, es
imprescindible conocer su nivel inicial, y en función de éste ir progresando
desde un trabajo general a uno individualizado.
Los individuos a igual
entrenamiento, dan respuestas diferentes en cuanto a la supercompensación
(tiempo de recuperación).
5.- Principio de la multilateralidad. Cuando los ejercicios se
limitan a desarrollar sólo una parte del cuerpo, se provocan desequilibrios que
pueden tener efectos negativos para la salud. Por eso, es preciso realizar una
práctica multilateral, es decir, aquella que busca mejorar capacidades concretas,
pero efectuando al mismo tiempo ejercicios compensatorios dirigidos a
desarrollar las zonas corporales que intervienen menos.
Se ha demostrado que con
una preparación multifacética se obtiene mejores resultados, y de forma específica
al entrenamiento de todas las cualidades físicas básicas, habilidades,
psicomotricidad … Cuanto mayor sea la riqueza de habilidades, destreza y
motricidad, mayor rendimiento se conseguirá en estadios superiores.
6.- Principio de especificidad. Hay que desarrollar las cualidades
físicas como base y además hay que desarrollar las cualidades específicas del
deporte concreto.
Sobre toda base general
es preciso desarrollar de forma específica aquellas capacidades básicas que
sobresalen de una determinada actividad. Pero no olvidemos que la formación
física general es el fundamento para futuras especialidades.
La práctica de un
deporte determinado debe ir precedida del adecuado desarrollo de las
capacidades físicas que aquel exija. Es preciso familiarizarse con los
movimientos y los objetivos que le son propios para aprender a coordinar sus
gestos técnicos.
Para que exista una
transferencia de entrenamiento, resultado deportivo, se necesitan factores
requeridos en la acción específica, así como la familiaridad con los objetos o móviles
utilizados en la modalidad.
7.- Principio de la sobrecarga. Este principio está íntimamente
relacionado con el principio del crecimiento paulatino del esfuerzo.
Las actividades físicas
provocan adaptaciones en el organismo siempre y cuando sean lo suficientemente
intensas para suponer un esfuerzo significativo.
Existen dos leyes
fundamentales del entrenamiento de la condición física formuladas por dos
fisiólogos que investigaron el comportamiento del cuerpo durante el
entrenamiento: Hans Selye y Arnold Schultz.
a) La ley de Selye o síndrome general de adaptación. Esta ley
explica la capacidad que tiene el cuerpo para adaptarse a las dificultades, al
trabajo, al entorno. El efecto que produce un estímulo (trabajo) en el
organismo se concreta en una situación de estrés (fatiga), que genera una serie
de reacciones (síndrome de adaptación) que hacen incrementar el nivel inicial
de rendimiento (sobrecompensación)
b) La ley de Schultz o del umbral. Toda persona tiene un punto a
partir del cual, la intensidad de un estímulo puede producir modificaciones de
adaptación con efectos de sobrecompensación. Digamos que ese punto es el umbral
de dicha persona, que se define como: “límite a partir del cual se percibe una
sensación o estímulo”
Si el estímulo es de una
intensidad que no sobrepasa dicho umbral, el esfuerzo realizado carecerá de
sentido para el ejecutante, y por lo tanto no habrá sobrecompensación ni
mejora.
8. Principio de la transferencia. Transferencia es la cantidad de
influencia que puede tener al realizar unos ejercicios determinados o técnicas
determinadas sobre otras. Esta influencia puede ser:
a.) Positiva, cuando la
ejecución o trabajo de unos ejercicios o técnica facilitan el aprendizaje o
ejecución de una segunda.
b.) Negativa, cuando la
ejecución o trabajo de unos ejercicios, técnicas, cualidades físicas, infieren
o empeoran la ejecución, aprendizaje o desarrollo de las segundas.
c.) Neutra, la
realización de ejercicios y técnicas ni mejoran ni empeoran la de otros ejercicios.
9.- Principio de variedad. Darle al cuerpo diferentes estímulos
para conseguir una variedad en los mismos y que no se acostumbre al mismo tipo
de entrenamiento.
Variedad de entornos
(lugares, materiales…) contenidos (tipos de ejercicios y actividades) y métodos
(continuos, interválicos…)
10.- Principio de la estimulación voluntaria. Las marcas a través
de la actividad física son más específicas cuando el deportista practica un
adiestramiento dirigido por una estimulación nerviosa voluntaria.
La estimulación eléctrica directa de los músculos por
medios artificiales, solamente es adecuada en patología. El ejercicio pasivo,
el masaje, la manipulación… no producen desarrollo en la potencia del individuo
normal.